Vecinos de Despeñaderos denuncian una "ola de robos" que tuvo su mayor pico durante el mes de febrero y que, según aclaran, se acentúa cada fin de semana.
"Ya no sabemos que hacer, estamos desesperados y vemos inacción total. Por eso estamos juntando firmas para que remuevan a la autoridad policial de acá", dijo una de las vecinas.
Robos en la calle, en las viviendas, arrebatos, describen todo tipo de hechos, y las denuncias -además de las que se dejaron sentadas en la Policía- se pueden ver en las redes sociales, donde la gente cuenta lo que pasó, o pide ayuda para recuperar los elementos perdidos. A pesar de que ninguno de estos delitos fueron difundidos por la Policía, se conoció que algunas autoridades policiales estuvieron recorriendo la localidad y hablando con los damnificados.
"La gente no se anima a hablar por miedo a perder el trabajo", cuenta otra vecina que prefiere no decir su nombre.
Lo cierto es que además de los reclamos de los damnificados, el Comité del Circuito UCR Despeñaderos "Crisólogo Larralde" elevó una carta al municipio pidiendo que se tomen medidas al respecto. Solicitaron una convocatoria con las fuerzas vivas de la localidad y distintas instituciones "con la urgencia que ameritan las situaciones de inseguridad que vivimos en nuestro pueblo", dice parte del escrito que según aclararon no obtuvo respuesta.
Entre los damnificados se hacen distintas conjeturas, y muchas de ellas tendrían relación real con los autores del hecho, pero aún no hay novedades sobre detenciones.
"Es muy triste ver a nuestro pueblo sumergido en la inseguridad", cuenta otro vecino, que también repite la necesidad de que las autoridades se pongan al frente.
Además, una de las damnificadas, cuyo robo tuvo grado de violencia además, hizo una carta abierta que se está difundiendo en las redes. En ella afirma que "si se descubre otro hecho delictivo le pido a Despeñaderos que se ponga de pie y volvamos a ser los de antes. Pidamos Ministro de Seguridad porque estamos en zona roja" cuenta la mujer de barrio Santa Teresita.
ALGUNOS POSTEOS DE LOS DAMINIFICADOS